El mástering es el último proceso de tu producción musical, del que dependerá el resultado final de tu trabajo. En él, se dan los últimos toques de dinámica, balance, etc, que fueran necesarios para preparar el proyecto para trasladarlo a los diferentes soportes, un vinilo, un CD, o cualquiera de los soportes digitales de streaming actuales.
Por eso, es muy importante que tu trabajo llegue al mastering de la mejor manera posible.
En el mundo del sonido, hay una máxima que dice, graba como si no hubiera mezcla y mezcla como si no hubiera mástering. Y así debe ser. Deberías mezclar tu trabajo como si no se fuera a masterizar, buscando en todo momento el resultado final que quieres.
En ese sentido hay dos errores muy comunes. El primero, pensar que el mastering es un proceso milagroso en el que todas las carencias de la grabación y de la mezcla se van a solucionar. El mástering realza todas las virtudes de una buena mezcla pero, de la misma manera, también va a resaltar todos los defectos. Si la mezcla es mala, el mástering no la va a transformar en una buena mezcla. En el mástering se pueden ajustar algunas cosas, y más si es por stems, pero no mezcles con esa idea, no dejes cosas para arreglar en el mástering. Soluciona todos los problemas que te encuentres en la mezcla, y deja que sea el ingeniero de mástering el que te diga si alguna cosa se puede mejorar ajustándola en ese proceso.
Y segundo, no mezcles pensando en cómo va a quedar masterizado, no pongas limitadores en el máster de la mezcla, no abras ni cierres de más elementos del estéreo, no cambies nada pensando que en mástering se van a mover, porque no. Como hemos dicho antes, un buen mástering va a realzar la mezcla, no a cambiarla. De hecho, hay veces que el mástering se limita a dar volumen a la mezcla, porque la mezcla es tan buena, que no necesita más. Muchas más veces de las que crees. Casi podemos decir que, cuanto más hay que retocar la mezcla en mástering, peor mezclado está. Así que mezcla sin condicionarte, sin limitaciones, haz que el tema suene como te gusta. Un buen ingeniero de mástering respetará tu mezcla y hará que su trabajo se note lo justo y necesario.
Dicho todo esto, solo dos recomendaciones. Obviamente, que tu archivo no pique, pero sobre todo, deja hueco para el mástering. No te voy a decir ni 2, ni 6 ni 10dBs, porque no todos los temas son iguales, pero deja hueco para poder masterizar y que el ingeniero de mástering pueda ajustar lo que sea necesario. Y segundo, manda tus temas en archivos que no compriman o pierdan calidad, no te pases días haciendo la mezcla perfecta para luego mandar un mp3 a masterizar.
Ahora ya sabes cómo preparar tus temas para que suenen de la mejor manera posible tras el mástering. Solo te queda ponerte en contacto con nosotros aquí.